El actual pueblo de Llano de Bureba, desde su fundación tuvo el nombre de Solas, hasta el año 1948 en que, por razones administrativas, se cambió aquella denominación por la actual.
Su historia, a grandes rasgos, es la siguiente:
Debe su apellido a la zona en la que se encuentra enclavado y esta, a su vez, procede del dios Vurovio al que las tribus celtíberas de autrigones pobladoras de la misma, daban culto.
Tras la fuerte dominación romana, nuestro actual pueblo, fue una villa agrícola en el término de Los Tejares. En este término aparecen en superficie restos diversos como terra sigilata, teselas, otros elementos de construcciones y un ara funeraria, con los nombres de Exurso y Lúpula. Sin solución de continuidad este pequeño poblado, tras las acometidas de la invasión árabe es objeto de la repoblación por parte de los foramontanos, hacia el siglo IX, trasladándose al lugar que actualmente ocupa el pueblo, tomando como denominación “Solas”.
Con el paso del tiempo, la villa de Solas pasa a ser propiedad del Conde D. Sancho García, quien al fundar su hija Trigidia el Monasterio de San Salvador, de Oña, dona la villa íntegramente a dicho Monasterio en el año 1011. En este régimen feudal, Solas se convierte en un poblado súbdito de dicho cenobio.
El primer documento escrito en el que se describe tal donación está datado en el año 1011, y en documento con fecha de 1279 ya aparece el nombre del maestro y escuela.
Su iglesia parroquial, de San Martín, está documentada como ya existente en el documento citado, y su construcción más primitiva puede datarse en el siglo IX.
Las Ordenanzas para el buen gobierno y bien común del lugar de Solas, por las que se regirá la vida del pueblo, se redactan en el año 1589. Ante los abusos cometidos por el Alcalde de Oña, nombrado por el Abad del Monasterio de San Salvador y, siguiendo el ejemplo de otros pueblos que estaban en la misma situación, Solas pide al rey Felipe V la exención de la jurisdicción civil y criminal de Oña y le es restituido el título de villa en carta que se conserva en el archivo municipal.
Paralelamente a la historia de Llano, transcurren las de Movilla y la Granja de El Moscadero.
De El Moscadero se tienen noticias de su existencia desde la Edad Media, y en los últimos siglos ha estado vinculada territorialmente al término municipal de Llano de Bureba.
Desde su fundación, la granja ha tenido una vida monótona y tranquila, limitándose al cultivo de la finca sus escasos pobladores con los medios de que han dispuesto sin explotar sus recursos al máximo. Salió de su monotonía hacia 1950 al ser arrendada a la Empresa Rústicas, S.A. para su explotación durante varios años. Esto dio lugar a que varias familias procedentes de Andalucía vinieran a trabajar a esta explotación agraria en calidad de capataces, peones, obreros y empleados agrícolas.
Al terminar el período de arrendamiento, pasó a ser explotada directamente por su dueña Doña Matilde López Angulo, hasta su muerte en 1973, pasando a ser de propiedad de la Excma. Diputación Provincial y la Caja de Ahorros Municipal de Burgos. Desde hace unos años, distintas noticias aparecidas en los medios de comunicación la han convertido en Centro Recreativo y de Ocio, explotación de patos, y otras ideas, las cuales nunca se vieron hechas realidad mas que en el papel de los periódicos y en la mente de quien las dijo.
Respecto a Movilla, diremos que hasta el año 1845, esta población se constituía en ayuntamiento propio con todos los derechos y obligaciones propias de su condición. Así podemos observar como Pascual Madoz recoge en su “Diccionario geográfico–estadístico–histórico de España” que el ayuntamiento de Movilla está formado por un alcalde, dos regidores y un síndico.
Pero a partir de esa fecha, pierde su condición de municipio debido a su escaso número de habitantes, quedando agregada al ayuntamiento de Solas, el actual Llano de Bureba, el cual ha velado por la incorporación de los servicios propios de los tiempos que le han tocado vivir en cada momento. Unificado el ayuntamiento, el pueblo va asentándose y creciendo, llegando a disponer de fragua, lejiero, carpintero, horno de cocer pan, tres ermitas, cantina, … y estar habitado por 300 vecinos, los cuales se dedican, básicamente, a la agricultura y ganadería, hasta que en el año 1948, por razones administrativas y para evitar errores y confusiones con el vecino Salas, se solicitó, y concedió, el cambio de nombre, pasando a denominarse “Llano de Bureba”.
Como Llano de Bureba, prospera económica y tecnológicamente, incorporando la maquinaria más moderna y las nuevas técnicas de cultivo de cereal en los nuevos espacios creados con la realización de la Concentración parcelaria en 1966. En la década de los 80, comienza el éxodo de varias familias en busca de otras formas de vivir, hacia otros puntos de nuestra geografía, iniciando una despoblación que llegará hasta la actualidad y que solo se ve alterada los fines de semana y tiempos de vacaciones.
Sin embargo, debido al carácter de sus gentes, al tesón y a la ilusión por mantener viva la creencia de que todo es susceptible de mejora, nuevas perspectivas de futuro se vislumbran en el horizonte.